miércoles, 6 de septiembre de 2006

Lo que no te mata, te abofetea en la cara

Hace tan solo unos segundos, estuve leyendo el blog de una amiga, una excelente amiga. En uno de sus post desplegaba tal amargura (al menos es lo que yo pude percibir) y tal cansancio que me hizo reflexionar sobre mi entorno. No me recliné en mi silla y puse mi mano bajo mi barbilla, ni entrecerré al mismo tiempo los ojos en estado de absoluta concentración y ni siquiera crucé las piernas para mayor dramatismo, solo me quedé en silencio. Nada espectacular.

"Un pequeño y corto estado de lucidez", ¿respecto a que? a nada realmente, y sin embargo a todo. A todo lo que he dejado de hacer en este último tiempo y que extraño tanto. A mi yo, a mi verdadero yo. Ese que me dice lo que estoy pensando, que me hace confiar en mis más nativos instintos. Ese yo que confiaba en cada paso que daba sobre el asfalto y sabía que no iba a encontrar una cáscara de plátano por que no había tal. Que cuando miraba algún objeto especial sabía que le gustaba y no se fijaba en detalles insulsos y sin futura importancia. Ese yo que nunca fui yo, o que tal vez, tuvo poco tiempo para ser explorado y reconocido. "La gente cambia" escuché una vez, solo que no escuché la parte en que decía si los cambios son siempre para mejor o peor. Tal vez son solo cambios, no necesitan apellidos. Pero... ¿que cambió? ¿mi yo mismo? ¿el resto de la gente que tenía influencia en mi? ¿los que me rodean? ¿los que no? Preguntas al aire que nadie puede responder a parte de mi misma. Ahora, como dije, si mi misma misma no es más mi misma misma, ¿como podrá mi misma misma volver a ser mi misma para resolver este confuso acertijo?

Hace dos años atrás me dije algo; "debes empezar por conocerte". Entonces tenía 15 años. ¿Quien diantres piensa en esas cosas a los 15 años? Tal vez mucha gente, eso no está en discusión, por lo que ahora no importa. En ese tiempo, yo solo quería saber si lo que quería de mi misma era lo que realmente quería, sin encontrar influencia visible de nadie. Debe ser un trabajo bastante largo, por que aun trabajo en lo mismo, y aun que me estoy acercando, creo que aun me falta.

¿Y por que creo eso? por que ayer conversaba con alguien que me señaló que "ahora podía ver que le conocía un poco más", hace bien conocer un poco a la gente, sobre todo las cosas que realmente importan, o que tal vez son detalles, pero que son capases de hacer la diferencia. Después de eso pensé "pero ¿como puedo conocer algo de otros antes que algo de mi? tal vez por que no he puesto mucha atención en mi, tal vez por que he estado ocupada, tal vez por que me a ganado la pereza, tal vez por que solo no se me había cruzado aun. Ahora si se cruzó y fue como un gran bofetón que me hizo abrir los ojos bien grande. Espero que siga con acción retardada el tiempo necesario para mantener los ojos abiertos. No por que sea necesario, no por que sea importante para el resto, no para que me entiendan; sino para yo saber quien soy.