jueves, 27 de julio de 2006

La Metamorfosis

El libro de Kafka nunca me gustó y lo hice notar la segunda vez que me enteré de que tendríamos que leerlo. Es demasiado obvio a mi parecer. No te hace pensar más allá de lo que el autor te representa con mucha claridad. El personaje principal, osea el "bicho", es muy banal, como si no pensara muy a fondo que sucede con su vida, es como si tubiera una mentalidad infantil o casi irreal. Ahora, que tiene que ver un libro del año de la pera conmigo, aparte de no gustarme? Bueno, debo confesar que últimamente me a identificado, no tanto en una forma negativa, sinó más bien cómica.

Y prefiero escribir aquí mi experiencia por que éste "lugar" no es muy visitado y no es por que sea secreto, de hecho el link está pegado en mi nick, sinó por alguna otra razón que desconozco y aun me interroga. La cosa es que siempre dije que si me hacía o pasaba algo especial no lo pregonaría a los cuatro vientos, simplemente por que no va conmigo, y si se lo dije a alguien fue por que se me salió, por que es muy especial para mi o por que me preguntaron (jaa!!).

La cosa es que mi micro-operación me hizo notar varias cosas que estaban ahí, delante de mis ojos pero yo no había visto, pero empezaré desde el principio y mas o menos resumido, ya que no puedo escribir bien a mano con la izquierda, lo dejo escrito aquí y después lo paso en limpio a mi original:

>>La "bisturisación" estaba programada para el lunes, pero por problemas financieros con un banco del médico (¿?) se corrió para el siguiente día. La anestesia fue lo peor, pero confirmó mi feroz miedo a las agujas. Desde el momento en que la vi comencé a tiritar y me quedé tan tiesa como ni yo misma me di cuenta hasta después, fue bastante asombroso. Luego todo fue más simple, me abrió la piel, ponía y sacaba cositas metálicas de la abertura, raspaba algo, me secaba la sangre que se escapaba, volvía a raspar y después de un rato estaba cerrando. Debo decir que la costura se veía bastante cool... en un modo grotesco... Me regaló unas cajitas de pastillas para el dolor y me dejó citada para el viernes. Todo bien hasta que tuve que dormir... ¡Dios! que noche tan molesta. Dormí muy poco debido a la preocupación de no aplastarme la mano o pasarla a llevar. El resto de los días fue más molesto el hecho de tener que depender un poco de otros.

No podría decir que soy totalmente autosuficiente, de hecho dudo que alguien lo sea. El problema es la sensación de tener que depender y molestar mucho a terceros. Ahí está lo del bicho. Ahí es donde, de cierta forma y de única forma entiendo como se sentía Gregorio Samsa al no poder ser útil a sus pares. No poder hacer mucho por ellos y sobre todo ser una especie de carga que casi por piedad era ayudado, para que la lentitud no fuera tan notoria. Y no digo todo esto con un sentido melancólico, todo lo contrario, lo veo con cierta gracia por ver como una pequeña "falla en nuestro sistema" puede causar pequeños estragos. Si se piensa a fondo una mano no es mucho, es solo una mano! de hecho tengo dos, pero q la más usada esté deficiente ya es una soberana molestia. No puedo escribir con claridad, no puedo anudarme bien los zapatos, me demoro un poco en desvestirme aun que poco menos que en vestirme. Comer no es tan difícil, pero si lo es cortar con un cuchillo (sobretodo la carne) y con tijeras (eso, eso!! si que es difícil!!). Y es por que debo mantener la muñeca lo más tiesa posible para no rajar la piel cosida. Y lo gracioso es que no había notado q todo eso era tan complicado hasta que funó mi garra útil, ahora puedo ver que poco he ocupado mi otra mano... Al menos de esto voy a salir con otra mano derecha.

En cuanto a mis vacaciones en sí han estado relativamente bien. No salí mucho pero de lo poco bueno! terminé "Los reyes malditos I" y empecé "Entrevista con el vampiro", tengo dos discos nuevos que he estado escuchando (re buenos ambos) y no me he preocupado en absoluto de algo académico.... estas si es relajo!!!... o algo muy parecido a eso.

No escribo más, ya se me cansó la mano buena...